El cambio climático también trae otros efectos como días de fuertes lluvias que pueden dañar los cultivos. En épocas de calor o precipitaciones extremas, una forma de protegerlas es usando placas solares. O eso dice el economista, de la Universidad de Illinois Madhu Khanna, en un estudio que analiza el uso de placas solares y la agricultura, acuñando un término denominado agrivoltaica.
Khanna estudiará cuál es la instalación solar ideal para un cultivo concreto, por ejemplo, si necesita espacios más grandes o más pequeños entre los paneles para dejar pasar la luz solar. La altura también es un problema: El maíz y el trigo necesitarían paneles más altos, mientras que la soja, que es un arbusto, estaría bien con una variedad más baja. Pero, en general, la luz es más difusa, lo que significa que rebota en las superficies antes de llegar a las plantas. Esto reproduce el entorno natural de un bosque, en el que todas las plantas, salvo los árboles más altos, permanecen a la sombra, absorbiendo los rayos de sol que se cuelan.
¿Plantar debajo de una placa solar?
Han descubierto que una sombra parecida a la de un bosque bajo los paneles solares provoca una respuesta fisiológica en las plantas. Para recoger más luz, sus hojas crecen más de lo que lo harían si estuvieran plantadas en un campo abierto. Ha visto que esto sucede en la albahaca, lo que aumentaría el rendimiento de ese cultivo. También se ha comprobado que el pimiento, que crece a la sombra de los árboles en la naturaleza, produce tres veces más frutos en un sistema agrivoltaico. Las plantas de tomate también dan más frutos.
Es probable que esto se deba a que las plantas están menos estresadas por el constante bombardeo de luz solar, al que no están adaptadas evolutivamente. Por ejemplo, probablemente no recomendaríamos que alguien plantara calabazas de verano directamente en la sombra más profunda, directamente debajo de un panel, dice Mark Uchanski, un científico hortícola de la Universidad Estatal de Colorado que estudia la agrivoltaica y ha probado ese escenario exacto. La mejor ubicación para eso podría ser más lejos, hacia los bordes, donde es más probable que reciba un poco más de sol, porque en ese caso vimos una disminución del rendimiento.
¿Es rentable?
Aunque la instalación de los paneles conlleva algunos costes iniciales, en realidad logra que los agricultores ganen algo de dinero extra. Producen energía para el funcionamiento de la granja. Y como algunas plantas utilizarán menos agua, con la falta que tenemos de la misma. Eso puede reducir los gastos de riego. Si podemos permitir que los agricultores diversifiquen su producción y saquen más provecho de la misma tierra, eso puede beneficiarles.
Unir las placas solares y la agricultura es más beneficioso para el medio ambiente que los paneles solares por sí solos: El agua que se evapora del suelo sube hacia los paneles, y las plantas liberan su propia agua. Esto es muy bueno para la eficiencia de los paneles, porque en realidad funcionan peor cuando se calientan demasiado. Generan una corriente eléctrica cuando los fotones del sol desprenden electrones de los átomos, pero si se sobrecalientan, los electrones se sobreexcitan y no generan tanta electricidad cuando se desprenden.
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